Por Marino Báez
Aunque el expresidente Danilo Medina niega que su familia tenga una gran fortuna proveniente de las recaudaciones del Estado y los prestamos gestionados durante los ocho años de su gobierno -cabe señalar-, que es innegable que durante sendas gestiones del peledeismo fueron incontables los ministros, funcionarios y allegados al exmandatario que se enriquecieron ilícitamente.
Alguien tenía que destapar la caja de pandora y ponerle la tapa al pomo en cuanto al manejo transparente, oportuno, a tiempo y coherente a la corrupción administrativa, lo que queda evidenciado con el arresto de estos primeros exfuncionarios, entre otros que están en la mirilla de la justicia dominicana.
Como en todo partido, existe el denominado “derecho al pataleo” y defender lo que no tiene causa justa. Por eso la sinrazón del expresidente Medina cuando cuestiona la forma y el fondo de los apresamientos, dejando y creando confusión en la sociedad cuando señala “que su familia, al referirse a sus dos hermanos, no tienen fortuna alguna, sin embargo, eso tendrán demostrarlo en los tribunales.
La iniciativa del PEPCA (Departamento de Persecución Contra la Corrupción), es y debe ser aplaudida por todas las personas, organismos e instituciones sensatas de la sociedad, tanto por parte de quienes residen actualmente en el país, así como por la diáspora que se ha marchado en busca de un mejor medio de subsistencia, unos; y otros, porque no aguantaron la presión y el desparpajo de la corrupción.
Todos y cada uno de los funcionarios de los gobiernos encabezados por el PLD (Partido de la Liberación Dominicana), deben ser investigados con profundidad, objetividad y apego a las Leyes, sin importar si responden a los intereses de Danilo Medina o Leonel Fernández. La Ley es la Ley, por tanto, debe ser justa y aplicarse con justicia y sin privilegios.
La casería del PEPCA no debe quedarse solo en los ministros, funcionarios y allegados a los gobiernos del PLD, no señores, debe dirigirse mucho más allá, ahí está el caso referente a la Empresa Constructora Norberto Odebrecht, porque son bastante los que se enriquecieron mediante sobornos y muy pocos los que responden por dicha violación.
Hay que valorar el trabajo desarrollado por la Procuradora General de la República (PGR), doctora, Mirian Germán Brito, pero también debemos insistir para que no sólo se investiguen a ministros y funcionarios, visto que son incontables los senadores y diputados que han sido tocados por las epidemias de la corrupción y el soborno.
Llegó la hora de demostrarle al país que la justicia es independiente-funcional y no responde a intereses superfluos, de ser así, serán bastante los altares que deberán romperse y los santos vestidos de diablos que deberán caerse.
El autor es escritor y periodista
Reside en Estados Unidos