Raúl Alfonso Bonilla, quien cumplía prisión por homicidio, falleció pasado el mediodía después de haber recibido dos disparos y unas diez heridas por objetos cortopunzantes.
Las autoridades penitenciarias se auxiliaron de agentes policiales que reforzaron la seguridad del recinto.
Según las indagatorias preliminares, Bonilla fue emboscado por otros 9 privados de libertad que, para distraer la atención de las autoridades del recinto y provocar confusión, quemaron tres colchones.