En Santiago agentes de la Policía dispersaron ayer jueves a comerciantes y compradores en el mercado de pulgas como medida de prevención de contagio del coronavirus.
Tanto comerciantes como clientes estaban violando el protocolo de distanciamiento dispuesto por el Ministerio de Salud Pública para evitar la propagación del COVID-19, por que fue necesario utilizar la fuerza pública.
Los miembros de la uniformada utilizaron gases lacrimógenos y la fuerza pública para sacar del espacio a los vendedores y compradores que se presentaron al lugar ubicado en la avenida Joaquín Balaguer.
El desalojo fue respaldado por el administrador del mercado, Luis Alberto Jiménez (Bozo), quien explicó que ya se había informado a usuarios y buhoneros de que el espacio cerrado hasta el 30 de este mes.
Ese mercado abarca 28,493 metros cuadrados donde los los medianos y pequeños comerciantes disponen de amplias facilidades, entre ellas seguridad, baños, comedor.