Las expresiones de Tania Báez refleja el nivel de degradación social y la pugna entre hombres y mujeres dominicanos (a).
Por Alex Marte Campos.
La enana espiritual y liliputienses de Tania Báez, quién viene de un hogar de clase acomodada y de una sociedad de obreros mal pagados de La Romana, desde siempre se sintió superior a los de más por los privilegios que disfrutó desde niña en un pueblo de braseros que vivían en condiciones inhumas, eso la hizo sentir una «diosa del Olimpo «. Y desprecio por los de más
Tania Báez , quién se siente sangre azul, es la hija de Manolín Báez, quién en varias ocasiones fue funcionario del gobierno de Balaguer y ella como era la hija de un hombre acomodado , desde niña fue una APOROFOBA) en otras palabras despreció como siempre a los pobres y la gente de los caseríos y Barracones que rodeaban gran parte de La Romana.
Ella con la ayuda de un hombre del pueblo dotado de todo el talento para triunfar, como es el distinguido y humilde Carlos Alfredo Fatule, logró hablando babas ser figura de la televisión.
El pueblo Dominicano como inculto al fin premio a la ingreida, PREPOTENTE, y arrogante mujer.
Cargada de una mezcla de estiércol y serrín vertió todo lo que tenía en su torpe cabeza y junto a su miseria espiritual y humana que le acompaño desde su infernal cuna, se burló de todos aquellos hombres honestos, que con la pobreza económica muestran su dignidad, porque estamos llenos de malos negocios y cualquiera tiene en estos tiempos mucho dinero haciendo daño a la sociedad.
En una sociedad que se respeta, el hombre que vive una vida digna, es respetado y admirado.
Es muy lamentable que persona como ella, casi olvidada, usen el micrófono para fomentar en apartheid, como el que ella vivió en su tiempo de niña.