El presidente Luis Abinader abordó brevemente ayer el tema de una eventual reforma tributaria o fiscal sobre la cual dijo que aún su gobierno no tiene un proyecto definido aunque prometió que una vez elaborado será presentado a la sociedad.
En su encuentro con la prensa La Semanal, el mandatario dijo que una iniciativa de esa naturaleza procuraría no afectar a los sectores vulnerables de la población, pero que si eso ocurre se establecerían vías de compensación, porque el propósito de las recaudaciones fiscales debe ser reducir la pobreza.
Al responder la pregunta de una periodista, el jefe del Estado, quien resultó reelecto en las elecciones del domingo, se ha referido a uno de los más difíciles retos que deberá afrontar al principio de su próxima gestión que inicia el 16 de agosto.
Por lo dicho por el jefe de Estado se colige que aun el Ejecutivo no tiene a mano un borrador sobre lo que sería la propuesta oficial de reforma fiscal, aunque queda claro que un primer texto será llevado a la consideración de los diferentes sectores sociales, políticos y económicos, lo que resulta lógico e imprescindible.
El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Pavel Isa, ha señalado que una reforma fiscal integral debe mejorar la calidad de vida de la población y optimizar el gasto público, por lo que se presume que los técnicos del Gobierno enfatizarían en aumentar el ingreso y mejorar la calidad del gasto.
El presidente Abinader dijo que el objetivo de una reforma tributaria debe ser el de disminuir pobreza, por lo que adelanta que si un proyecto de esa naturaleza afecta a sectores de menores ingresos, se incluirían mecanismos de compensación, aunque debería advertirse que la vía de los subsidios se ha vuelto tóxica.
Se intuye que el proyecto en cuestión procuraría aumentar la presión fiscal (ingreso tributario en proporción al Producto Interno Bruto) en cuanto menos un 3 %, para situarlo en 18 %, pero se requeriría también disminuir en una proporción mayor el gasto tributario y los egresos fútiles del Gobierno.
Esa urgente reforma fiscal, sobre la que fortuitamente se refirió ayer el mandatario, debe cumplir con los principios de transparencia, progresividad y flexibilidad y alejarse de fallidos paquetes tributarios con los que el Gobierno intentó cubrir déficit fiscal en los presupuestos de 2021 y 2023, que en su momento fueron bombas sociales que por suerte no estallaron. Alejar fósforo de la gasolina.
