OPINIÓN: El Senado y su acogida de inmigrantes

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Por MARINO BAEZ
mbaezjj@gmail.com 
“La sinrazón es el argumento para encubrir la razón”.
Sin las herramientas fundamentales para sustentar la acogida de inmigrantes, sobre todo, haitianos en República Dominicana, el Senado, en respuestas a las peticiones de la ONU (Organización de Naciones Unidas) y otros organismos afines, le ha tomado la palabra y en contraposición a las respuestas de la sociedad civil, ahora se inventa un supuesto “Proyecto de Acogida de Inmigrantes”, con el cual catapulta la independencia del país.
De aprobarse, esta propuesta puede ser muy sintomática para los quisqueyanos, víctimas de maltratos por parte de los haitianos, quienes han invadido nuestras tierras intentando apoderarse del país desde los tiempos de la España Boba, donde la república pasó por dos periodos de inestabilidad (1809-1821), en el que la Corona española abandonó casi en su totalidad a Santo Domingo y se enfocó en sofocar los movimientos independentistas en el continente americano y mediante la denominada «Independencia efímera», un periodo de dos meses, (finales de 1821 y comienzos de 1822), donde José Núñez de Cáceres proclamó un nuevo país, el Estado del Haití Español, mediante relaciones fuera de record entabladas  con Haití.
Los senadores dominicanos, con esta pieza, bien maquillada, por cierto, están tratando de confundir a los dominicanos de pensamientos firmes, le han tomado las palabras a la ONU, organización internacional financiada por Estados Unidos para que a largo plazo se produzca la unión de las dos islas.
Algunos historiadores también han querido confundir los hechos, argumentando que la ocupación del país, (9 de febrero de 1822) por tropas haitianas al mando de Jean-Pierre Boyer, no es considerada una invasión; sin embargo, todo lo acontecido tiene relación alevosa, premeditada y desacertada con las propuestas de la ONU (10 de noviembre del 2022), que sacó sus garras e hizo la petición al presidente Luis Abinader a no continuar con las deportaciones de nacionales haitianos. Estados Unidos, Europa y Francia son y han sido los más beneficiados de Haití, los que menos le aportan y quieren cargarles sus problemas a RD. ¡Irresponsables!
El país (República Dominicana), no está preparado para albergar a nacionales ni de Haití, ni de ningún otro país, vemos que los legisladores preparan el terreno antes de aprobar el “Proyecto de Acogida de Inmigrantes”, sin consultar a la sociedad y lo hacen con un interés marcado sustentado en influencias internacionales; quizás esa la razón por la que han reducido las deportaciones de haitiano hacia su país, mientras los dominicanos se ven obligados a ver saciados los servicios que constitucionalmente y como parte del Estado les corresponden.
A través de la nueva pieza legislativa se pretende “gestionar la permanencia regular de dichas víctimas, tras realizar los trámites para obtener permisos migratorios y de residencia, además de permisos de trabajo y otros necesarios ante las instituciones estatales correspondientes”, ahora bien, ¿tiene el Estado los recursos y las herramientas para cumplir con los mandatos que anteceden? El país no está en condición de superar las crisis que agobia a los dominicanos, mucho menos, responder a las necesidades de nacionales externos.
“El poder fáctico tiene sus contradicciones”, los senadores dominicanos están apostando a ensombrecer cada vez más al país con su propuesta mediática y el dominicano debe levantarse, visto que el sistema de salud del que suponemos carece de las respuestas para superar las enfermedades, en contraposición a lo antes dicho y sin analizar cómo está la economía del país. Se pretende con este supuesto proyecto “dotar de un seguro de salud a los ilegales, brindar atención integral, asistencia y protección; disponer de tiempo para su recuperación y reflexión,  participar en  programas de atención y ser acogidos en un albergue seguro y especializado”, cuando nuestra economía no alcanza para subsanar las necesidades de los dominicanos.
Desde hace años, República Dominicana se enrola entre los países con el nivel más bajo de educación (5.3%, Oficina Nacional de Estadística), por tanto, ¿de qué manera el gobierno ofrecerá información a los acogidos en su propio idioma?, ¡no hay manera! El Estado no tiene los recursos para preparar académicamente a su gente, porque la corrupción cada cuatro años se traga la mayor parte de las recaudaciones.
El país no está para que los políticos sigan atrofiando a la sociedad con leyes confusas y oportunistas. Alguien debe ponerle el cascabel al gato.
El autor es escritor y periodista
Reside en Estados Unidos
Febrero 07, 2023

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