El jerarca católico favoreció la designación de una persona sin ataduras políticas al frente de la Procuraduría General de la República, pero advirtió que la tarea de ese organismo «va a ser difícil, traerá muchos conflictos (…) qué viva el imperio de la ley».
Además, consideró que el Gobierno de Abinader ha dado «señales esperanzadoras» y citó la propia designación de una procuradora independiente; el desmantelamiento de organizaciones criminales dentro de la cárcel de La Victoria; y la «intención, al menos la intención», de colocar en la Junta Central Electoral y la Cámara de Cuentas a funcionarios que no tengan vínculos ni intereses comunes con las personas que deban arbitrar.
«Es dañino que los partidos políticos continúen repartiendo las posiciones de instituciones sensibles que deben ser imparciales por su naturaleza , instituciones que deben garantizar la tan anhelada paz social», agregó.
Abinader llegó a la iglesia del Santo Cerro acompañado por su esposa Raquel Arbaje. El presidente del Senado, Eduardo Estrella, también estuvo entre los altos cargos que acudieron a la misa.
Previo a su entrada a la parroquia encendió un velón y deseó paz, salud y fraternidad a los dominicanos.
En esta oportunidad, las autoridades eclesiásticas impidieron que la iglesia acogiera a las decenas de personas que la visitan cada año debido a las medidas de distanciamiento recomendadas para evitar el contagio del coronavirus, aunque un grupo de feligreses se apiñó frente al templo para escuchar la misa y esperar la llegada de Abinader. EFE