Las iglesias reiniciaron ayer domingo sus actividades religiosas bajo estrictas medidas preventivas para evitar la propagación del COVID-19 mientras realizan sus cultos y homilías, luego de permanecer cerrados alrededor de tres meses como medida para hacer frente a la pandemia.
Sin abrazos de paz y con varios metros de distancia recibieron el sacramento los feligreses en este primer día de celebración luego de la suspensión.
Los protocolos para entrar a los templos consistieron en la toma de temperatura e higienización de manos y zapatos. El distanciamiento y uso de mascarillas fue obligatorio.
En el caso de las salidas de los establecimientos el protocolo era diferente.
Desde tempranas horas de la mañana el presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica realizó un recorrido por las diferentes iglesias que se están afiliadas a ese comité para verificar la aplicación de las medidas sanitarias.
Aseguró que este día de inicio de labores al menos un 77 por ciento de iglesias evangélicas a nivel nacional retomó sus actividad este domingo.
Los feligreses que visitaron las iglesias, tanto católicas como evangélicas, así como pastores y sacerdotes, poder participar de este tipo de actividades es motivo de sentir alegría y emoción.
De acuerdo con los líderes religiosos, en iglesias con capacidad para unas 500 personas, este día solo asistieron 150.
En el caso de aquellas que cada domingo reciben hasta 300 personas, esta mañana solo contaban con poco más de 60 feligreses.
Las iglesias podrán realizar sus cultos y homilías tres veces por semana a partir del 17 de junio, día que inicia la tercera fase de la desescalada.