ARTICULOS: Voto de confianza

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Luis Pérez Casanova

Al ser reelecto con un 58.39 % para un segundo período, el presidente Luis Abinader, que en las elecciones de 2020 se impuso con un 52.5 %, ha sido merecedor de un voto de confianza de los electores. Ese significativo respaldo deriva, no de lo que ha prometido, sino de lo que ha hecho durante estos difíciles cuatro años de ejercicio del poder, estampando, por demás, un sello propio con su estilo y capacidad de trabajo.

Abinader había sido catapultado en medio del cansancio y la indignación por los recurrentes escándalos y la impunidad en la gestión peledeísta. Pero no hizo más que llegar al Palacio Nacional para definir las prioridades en las que debía concentrarse para superar la crisis que heredó. La más desafiante era la pandemia del covid, que enfrentó con tanto éxito que mereció un reconocimiento internacional.

El otro reto del que salió airoso fue la recuperación de la industria turística, una de las principales fuentes generadores de empleos y divisas. Pero con todo y todo el mandatario no había cruzado el río, porque entonces surgió el problema de la guerra de Rusia contra Ucrania que impactó en la economía.

Con su estilo calmado, su cercanía con la gente Abinader supo arreglárselas para paliar los efectos de la crisis internacional, teniendo que lidiar, al mismo tiempo, con la masiva inmigración haitiana. Todos esos problemas, más las presiones de la militancia de su propio partido, el mandatario pudo enfrentarlos sin propiciar desasosiego ni incertidumbre.

Para más se ocupó de preservar por encima de todas las presiones la estabilidad de la economía. Saber escuchar y recapacitar cuando ha tenido que hacerlo fortaleció mucho esa buena imagen que hoy tanto valora la población.

Esa reelección del mandatario no se explica sin los beneficios que ha tenido para la inversión nacional y extranjera la consolidación del sistema institucional y de su principal componente que es la seguridad jurídica. Todavía puede faltar mucho para llegar a lo aceptable, pero en la materia es bastante lo que se ha avanzado, lo que de alguna manera ha podido apreciarse en la transparencia y la lucha contra la corrupción.

Son muchos los activos que se pueden citar en torno a la preferencia por un gobernante que hoy, como he planteado en otras ocasiones, se ha convertido en un líder con luz propia. La oposición podrá tener sus defectos, pero los electores se decantaron por la seguridad y las virtudes del mandatario.

En las elecciones de ayer domingo ese 58.39 % que apostó por un cambio con relación al pasado, pero por la continuidad en el presente de una gestión que trabaja para mejorar las condiciones de vida de la gente. Se trató, en definitiva, de un voto de confianza.

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