Unos policías dominicanos propinaron varios latigazos a un supuesto ladrón, maniatado en el suelo, mientras rogaba por su vida, según informó este domingo la Policía Nacional, que suspendió a los agentes involucrados.
La agresión fue grabada en un vídeo que circula por las redes sociales, en el que se ve a dos agentes azotando con correas o cuerdas al hombre, mientras intenta esquivar los golpes.
Mientras le golpeaban al hombre, que no ha sido identificado, los agentes le decían que no volviera a robar en la zona y le mandaban a callar cuando se quejaba por el dolor de los azotes.
Al final del vídeo de 38 segundos de duración, el hombre, derribado en el suelo en la calle, dice “no me mates” a uno de los policías que se disponía a golpearle de nuevo.
Los hechos ocurrieron en la comunidad de Sabana Yegua, provincia Azua, a unos 120 kilómetros al oeste de Santo Domingo, según un comunicado de la Policía Nacional, que no precisa la fecha de la agresión.
La Policía Nacional suspendió a los cuatro policías que aparecen en el vídeo, que no fueron identificados, y abrió una investigación para determinar posibles sanciones.
“Nuestra Policía Nacional siempre defenderá a sus hombres siempre y cuando no incurran en acciones que violen los derechos de los ciudadanos, como indica la ley”, asevera el comunicado.
Esta es la segunda polémica en la que se envuelve la Policía dominicana en dos días.
El pasado viernes, un agente disfrazado de sacerdote abatió a tiros a un hombre que mantenía secuestrada a una madre y a su bebé en una vivienda del municipio de Cotuí, provincia Sánchez Ramírez, en el centro del país.
El hombre se había atrincherado en una casa con la mujer y el bebé y pidió la presencia de un sacerdote, de un militar y de un periodista como condiciones para entregarse.
El policía, disfrazado de sacerdote, le disparó a bocajarro al secuestrador, que estaba armado, después de que entregase el bebé a su madre.
“El hombre no quería ceder”, estaba apuntando con una pistola a la madre y al bebé y “hubo que actuar”, manifestó el teniente coronel Santos Lora a los medios de comunicación tras zanjar el suceso, aún ataviado con la casulla.