Rectora UTESA-Moca: Gestión de calidad en las actitudes y aptitudes del docente universitario

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¿Considera usted que la Educación Superior es una responsabilidad social?

Definitivamente, sí. Es innegable que la Educación Superior y la investigación como parte de ésta contribuyen a erradicar la pobreza y a fomentar el desarrollo sostenible.  Así, pues la experiencia ha demostrado que, en esta educación, descansa la responsabilidad de asumir el liderazgo social en materia de creación de conocimientos, de alcance global para hacer frente a los retos mundiales; esto a través del desempeño de sus funciones primordiales (investigación, enseñanza, formación y servicio a la comunidad), centrándose en la promoción del pensamiento crítico y el compromiso e involucramiento ciudadano de manera activa y constructiva.

¿Cuál es el principal reto que enfrenta la Educación Superior en la actualidad?

Desde mi óptica uno de los principales obstáculos que debe vencer la Educación Superior en la actualidad es la cultura que promueve la falta de compromiso.  El ingresante a un programa académico universitario debe tener conciencia de que la Educación Superior es responsabilidad de todas las partes interesadas. Las universidades deben contribuir a la formación de ciudadanos con principios éticos, comprometidos con la paz, la defensa de los derechos humanos y los valores de la democracia; pero para que la formación de este profesional sea posible, es preciso que cada una de las partes asuma el compromiso. Urge incentivar la cultura de la calidad en los participantes de programas de Educación Superior.

Otro reto para destacar es la actitud para aceptar y asumir los cambios que demanda la educacion en la actualidad.

Ya que ha mencionado el tema de la calidad ¿Qué se considera una buena enseñanza en este nivel educativo?

Es muy amplio el tema de la calidad al hablar de Educación Superior, sin embargo, un rasgo crucial citado por Ramsden (2007) indica que “Una enseñanza de calidad en Educación Superior debe cambiar la manera como los estudiantes comprenden, experimentan y conceptualizan el mundo que les rodea”.  Partiendo de este planteamiento se podría deducir que la excelencia en la enseñanza es compleja y difícil de alcanzar, más cuando se conjugan la pericia con la que el docente maneje los contenidos y las técnicas metodológicas, con la motivación para que el estudiante se sienta partícipe en el proceso formativo y en querer alcanzar conjuntamente la calidad, como el resultado para el logro académico profesionalizante.

¿Puede citarnos algunos rasgos de esa enseñanza de calidad en Educación Superior a la que hace mención?

Podría citar una lista infinita de indicadores de calidad en la Educación Superior Utesiana, pues tener bien definidos los propósitos a alcanzar es parte del continuo proceso de crecimiento.  Entre los más destacados puedo citar:

• La creación de un ambiente crítico dual profesor-estudiante

• Desarrollo del interés y la motivación por aprender por parte de los estudiantes, de manera que ellos sean conscientes y se comprometan con el esfuerzo que requiere alcanzar una titulación superior. (Actitud)

• Respeto por el aprendizaje del estudiante, es decir, todas las acciones en la vida universitaria deben estar encaminadas a lograr cambios en la comprensión del entorno del alumno.

• Garantía de retroalimentación adecuada y justa evaluación, lo que constituye la característica primordial de una enseñanza eficiente.

• Planteamiento de desafíos intelectuales al estudiante, es importante que quien participa en un programa de Educación Superior tenga conciencia que de él se esperan logros que están por encima de los de la población no universitaria. (Aptitud)

• Promoción de la independencia y toma de control de su aprendizaje por parte del alumno, así como su activo involucramiento, con la finalidad de que al término del proceso formativo sea un individuo autónomo.

Finalmente, un rasgo crucial que distingue a una enseñanza de calidad es la claridad, en este aspecto el docente debe ser organizado, presentar el contenido de manera lógica, plantear ejemplos, explicar los temas de manera simple, responder adecuadamente las preguntas de los estudiantes, retroalimentar sus acciones, enfatizar los puntos importantes y preguntar a los estudiantes para verificar que hayan comprendido, además de crear una atmósfera propicia para el aprendizaje y estimular la participación y el diálogo.

Basados en esos rasgos de enseñanza de calidad ¿Cuáles son las metas de aprendizaje a nivel superior?

Este nivel educativo trae consigo una característica distintiva y de un alto nivel de compromiso: es el nivel terminal de estudios, donde concluye la educación formal.  En tal sentido, uno de los rasgos distintivos de este nivel educativo es buscar resultados de aprendizaje ambiciosos y profundos.  Así que, independientemente del tipo de disciplina o especialidad, las universidades deben formar en sus estudiantes un pensamiento de alto nivel y convertirlos en aprendices autónomos. Estas metas son compartidas por las diferentes disciplinas, sin embargo, hay diferencias entre lo que para cada una de ellas resulta más importante.

En general, las metas de aprendizaje a nivel superior están clasificadas en dos tipos, los cuales se diferencian cualitativamente entre sí:

• Las abstractas, genéricas y de desarrollo personal.

• Las referidas al dominio del conocimiento disciplinario incluyendo las habilidades y técnicas particulares que distinguen a cada profesión.

Entonces, para lograr esa enseñanza de calidad y alcanzar esas metas de aprendizaje ¿Cuál es el perfil ideal de un docente en Educación Superior?

Hablar de perfil docente en el amplio sentido de la expresión representa un gran desafío, pues el profesor de estos tiempos debe tener presente que es agente de cambio en una sociedad globalizada, por tanto, es responsable de formar a los profesionistas del futuro, los cuales tienen que cumplir los estándares internacionales.

En tal sentido, recae en los directivos de las instituciones de Educación Superior la responsabilidad de contratar personal docente que pueda asumir y cumplir con el desafío de formar el profesional que demanda la sociedad.  Es por esto que se pondera la formación integral del docente fundamentado en dos grandes ejes:

• Poseedor de un conjunto de conocimientos, habilidades, aptitudes y destrezas que le permiten desempeñar su labor eficientemente, incentivar la creatividad y curiosidad de sus estudiantes; así como aplicar e instruir para el uso de la tecnología de manera eficiente.

• Sustentado en valores y principios que garanticen la integridad personal y profesional del académico.

Para la UNESCO, el perfil del docente universitario se apoya en cuatro pilares, propuestos por el escritor francés Jacques Delors: aprender a conocer, aprender a actuar, aprender a vivir juntos y aprender a ser.

-Aprender a conocer: Parte de la combinación de una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias.

-Aprender a hacer: Esto supone adquirir no sólo una calificación profesional sino, más bien, una competencia que capacite al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo.

-Aprender a vivir juntos: Implica desarrollar el conocimiento personal aceptando el enriquecimiento proveniente de los saberes y experiencias de manera bidireccional, impulsando además la realización de proyectos comunes que tengan por objetivo el mejoramiento de la calidad de vida.

-Aprender a ser: esto significa lograr el desarrollo y evolución de la propia personalidad, buscando una mayor capacidad de autonomía y de juicio, que paralelamente fortalezca la responsabilidad personal en la realización del destino de la humanidad, de juicio y de responsabilidad personal.

Definitivamente el docente universitario juega un papel muy importante en el cambio de mentalidad de las generaciones que se formen en este período. El alumno es el eje central en la educación por competencias, por tanto, es imprescindible profesionalizar la docencia, para que el docente universitario tenga los conocimientos acreditados, además de su prestigio personal y profesional.

En resumen, el docente universitario está llamado a aprender junto a los estudiantes, lo que implica que el maestro debe ser humilde y estar dispuesto a conocer cosas nuevas; ser generoso para compartir lo que sabe y conocer a sus alumnos para adaptar sus conocimientos a sus características, expectativas y deseos; algo muy importante es conocer el contexto en el que se desenvuelve el estudiante.

¿Alguna reflexión final con respecto al tema? ¿Algo que quiera que se quede en el pensamiento de nuestros lectores?

El docente universitario en UTESA en todos sus Recintos y la Sede, es uno comprometido con la búsqueda de la equidad y la justicia social, sin embargo, nuestros maestros y las buenas prácticas universitarias no pueden por sí solos arreglar las desigualdades e inequidades sociales, es preciso el compromiso de todos los sectores involucrados, incluyendo de manera muy especial a los estudiantes y autoridades.  Es imposible que un maestro enseñe a quien no tiene voluntad para aprender. Se requiere de dos elementos indispensables para obtener el éxito en la educacion universitaria que son: la actitud al cambio, a los desafíos y la aptitud para dar respuestas a las demandas sociales.

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