En Bonao en los últimos años, la instalación de negocios por parte de empresarios chinos, en esta ciudad, ha experimentado un crecimiento vertiginoso, quienes utilizando la estrategia de vender mercancías a precios bajos, aunque en algunos casos de menor calidad, logran atraen a decenas de personas con sus ofertas, provocando una “competencia desleal” en contra de los establecimientos oriundos de Bonao.
Las tiendas de tejidos y accesorios propiedad de chinos se han expandido en esta población. Entre los negocios que los orientales han hecho populares en esta población, están las importadoras de ropas, calzados, accesorios y los denominados “Pica Pollo”, y también operan un supermercado.
La informalidad en que operan la gran parte de los negocios chinos, debido a la falta de control y seguimiento por parte del Ministerio de Trabajo y la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), colocan en una desventaja al comercio tradicional de esta población.
Los bajos precios en que se expenden los productos o artículos en los establecimientos propiedad de los orientales, se debe principalmente a una supuesta evasión de impuestos, entre ellos el ahorro de un18 por ciento del impuesto sobre la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) y otras cargas impositivas.
Las tiendas chinas han llegado a desplazar a otras locales, que tenían muchos años operando en Bonao. Además, estos negocios, contrario a los que por décadas han operado en esta ciudad, no utilizan facturas con el Número de Comprobante Fiscal (NCF) y por lo general no están incluidos en el Registro Nacional de Contribuyentes (RNC).
Otra de las prácticas en la que presuntamente incurren empresarios chinos es la de despedir a empleados antes de cumplir los tres meses, para no tener que asumir el pago de sus prestaciones laborales de ley.
Los negocios chinos dedicados a la venta de “Pica Pollo”, se han establecido en diferentes vías de esta ciudad. Los establecimientos de los asiáticos que más auge han experimentado en esta ciudad, son las tiendas de ropas, calzados y accesorios, donde en las inmediaciones del parque Duarte, operan cuatro de éste tipo y luego le siguen los negocios de “Pica Pollo”.
A pesar de que los negocios propiedad de los chinos crean fuentes de empleos, en esta población, se impone que los organismos del Estado jueguen su papel de fiscalización y control, a fin de que éstos compitan en igualdad de condiciones con los tradicionales de la Villa de las Hortensias.