La vida es creación y evolución en todo ser vivo. Con la aparición del ser humano en la tierra apareció la salud y la enfermedad. La salud actual se define como estado de bienestar Bio-Psico-Social según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En los últimos 70 años la medicina ha evolucionado de forma extraordinaria cuando la mayoría de enfermedades han cambiado o han desaparecido con la aparición de los antibióticos que han venido a curar las enfermedades infecto contagiosas que mataban a los seres humanos por lo regular antes de los 50 años, ahora en España y Europa el promedio de vida está por encima de los 80 años y aquí está cerca de los 70 años.

En los últimos 24 años hemos visto una verdadera involución  de la medicina y por ende, de la salud cuando en 1996 el PLD al tomar el poder decidió cambiar la salud pública eliminando los hospitales públicos y creando los hospitales de auto gestión que hemos visto crecer sobre todo en Santo Domingo, Santiago y La Vega con intento de seguir esa línea,  ignorando que una nación no puede vivir sin salud pública en nuestro país se han pasado al poder económico a través de los bancos y sus ARS que cada día  tratan de obtener mayores beneficios perjudicando a los trabajadores de menor categoría.

Las ciencias  médicas y sobre todo  la medicina han evolucionado en los últimos años, pero se han hecho sin equidad a tal punto que los ricos y los altos funcionarios del Estado y el sector privado tienen atención  tanto en el país como fuera del mismo lo que ha ayudado al mayor desarrollo tecnológico y juega un factor importantísimo en el crecimiento y desarrollo de la medicina que nadie puede negar en el sector privado.

Los profesionales de las ciencias de la salud, que hemos trabajado en investigación científica, docencia y en la clínica con los enfermos nos preocupan como en la Rep.  Dom. se han creado dos sistemas de salud, uno en franca decadencia como es el sistema de salud pública que se lo han pasado al sector financiero como decía antes perjudicando la humanidad ya que la medicina no es ni puede ser un negocio sin rostro humano, donde con frecuencia se explota no solo a los pacientes sino hasta los propios colegas entre nosotros mismos.

Claro está que los mismos se debe a que ser investigador y docente sin tener práctica clínica se puede llegar a la deshumanización de  la medicina, como decía en el país el profesor José Manuel Ribera Casado cuando estuvo en el último Congreso de Psicología, Psiquiatría y Geriatría, quien vino junto al gran maestro de la Psiquiatría Mundial profesor  Francisco A. Fernández, único académico que tuvo más de 40 años de asistencia perfecta en la Academia de Medicina de Madrid.

Con el cierre de los hospitales públicos iniciado en 1996 por el PLD lo único que hicieron fue crear dos sistemas de salud a tal punto que en el Cibao existen una medicina privada fuerte sobre todo en Santiago, San Francisco de Macorís, La Vega, Puerto Plata, Salcedo, Bonao, Moca por la inversión que han hecho médicos e inversionistas abriéndoles paso por la inversión del  sector privado sobre pasando la inversión hecha en el  Distrito en la cual se ha fortalecido el sistema de auto gestión, el cual no es más que la repartición del sistema de Salud Pública a grupos particulares y dejando sin cobertura a los sectores más humildes.

La salud y la medicina no es para hacer feria porque la misma es más que eso es decir es algo más que salud donde se pueden ver sectores de las ciencias médicas que se dedican a la investigación, a la docencia y a la comercialización porque no es lo mismo ser doctor en Medicina, Investigador o docente sin nunca haber visto un paciente, el médico es aquel que tiene contacto directo con el paciente y que no puede ser sustituido como decía el Padre de la medicina Hipócrates y quien recalcaba que el médico debía ser un ente social para todo el  mundo para ser médico a historia clínica siempre debe colocarse delante del paciente, observar y escribir lo cual nunca hacen los docentes, investigadores y los inversionistas en salud. El médico es aquel que trata el paciente.

El autor es especialista en Psicología, Psiquiatría y Geriatría por la Universidad Complutense de Madrid.

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