La fibra óptica con la que los reclusos de la Penitenciaría Nacional de La Victoria alimentaban el centro de retransmisión de señal de Internet instalado en el penal,es una tecnología que en el país no está disponible en todos los lados y que, además, requiere que una persona especialista en la materia lo instale.
Así lo explicó el tecnólogo Juan Medina, quien precisó que para obtener este servicio se tuvo que instalar siete kilómetros de cables, pues el punto desde donde se tomaba está ubicado en el sector Sabana Perdida, en el mismo municipio en el que está el centro carcelario pero a una distancia considerable.
“¿Y cómo se hizo eso?”, es la pregunta que se hace Medina, quien también es abogado, ante las interrogantes que surgen sobre cómo los internos de La Victoria pudieron lograr esto. Ese asunto aún no ha sido aclarado por las autoridades penitenciarias, que el pasado lunes en conjunto con el Ministerio de Defensa realizaron una requisa en la cárcel, donde, entre otras cosas desmantelaron el centro que permitía tener wifi a todos los privados de libertad e incluso a los residentes de la comunidad, a quienes le vendían el Internet.
Otras cosas que sorprenden
Medina explicó que la fibra óptica se usa para transmitir información, principalmente de data, a través de pulsos de luz. “Pero no solo se instaló ese cable, el tipo de cable que se utilizó fue uno de fibra óptica en vez de multi, uno de mono, ya que el multi solamente permite, de buena calidad, hasta dos kilómetros, y este tenía siete.
