Si el toque de queda ha dejado muchos presos es porque mucha gente que, por las razones que fueren, lo ha violado. Pero con las violaciones y detenciones las defunciones y contagios continúan en descenso según dicen las autoridades.
El panorama obliga a reflexionar sobre la pertinencia de si se continúa o no con el toque de queda, sobre todo cuando ya el presidente Luis Abinader ordenó la reapertura de los hoteles a partir del 1 de octubre y se ha elaborado una ambiciosa estrategia para relanzar la industria turística.
Si se observa el protocolo sanitario y se actúa contra las violaciones tiene mucho sentido la reapertura de los bares, restaurantes, cines y todo tipo de centros de diversión que reclaman propietarios y empleados.
Solo se tiene que actuar con responsabilidad para evitar retrocesos en la propagación de la pandemia.
En torno a los negocios de comida y entretenimiento se mueven muchas actividades que las circunstancias han reducido a su mínima expresión, con muchas personas sin empleo que pasan las de Caín. Las autoridades deben reflexionar sobre la necesidad de revisar el toque de queda.